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¿Te gustaría entender a fondo La Sociedad de los poetas muertos?

¿Te gustaría entender a fondo La Sociedad de los poetas muertos?

El guion de esta película (ganadora del Oscar al mejor guion, fue un éxito de taquilla y aparece en listas de las mejores películas) está basado en el libro El club de los poetas muertos de Nancy Kleinbaum. Si te interesa leerlo es posible descargarlo gratuitamente en Internet y luego entender la sociedad de los poetas muertos.

La lectura de esta obra la disfrutan especialmente los jóvenes pero también los adultos porque permite diversas lecturas a distintos niveles. Captamos que hay mensajes profundos y comparto estas reflexiones como un modo de seguir el relato que estimule y enriquezca su comprensión.

¿En qué consiste el planteamiento de Keating para la busca de una vida realmente plena?

En la primera clase esboza las ideas principales que después irá desglosando: ¨Consagren todo su ardor a las cosas esenciales de la vida; al amor, la belleza, la verdad, la justicia¨.  Porque ¨sus vidas serán extraordinarias si buscan crecer en su espíritu¨; porque ¨las palabras y las ideas tienen el poder de cambiar el mundo¨; porque ¨ la belleza, la poesía, el amor, es nuestra razón de ser¨; porque ¨el prodigioso espectáculo sigue y tú contribuyes a él con tu rima¨

¨La poesía no se limita sólo al lenguaje. La poesía está presente en la música, en la pintura …  dondequiera que se trate de penetrar la opacidad de las cosas para hacer que brote su esencia ante nuestros ojos. Y ahí se produce la revelación del mundo¨. ¨Escriban un poema sobre el color del cielo … pero que se sienta en sus versos el día de la creación y la eternidad¨. Por eso dice Keating que ¨el ensayo de Pritchard es basura y falsedad, porque se centra en lo técnico formal, no lleva a descubrir el poder de las palabras¨ que pueden introducirnos en lo trascendente. Palabras parecidas pueden recoger alta poesía o prosa trivial. Lejos de quedar atrapada por las apariencias, nuestra mirada debe traspasar la superficie de las cosas¨.

Esa vida que propone Keating sería compatible con nuestras ocupaciones ordinarias. Se conseguiría asignándole una debida prioridad a las cosas del espíritu y dedicándole al menos un poco de tiempo cada día a la literatura, el arte y la reflexión sobre nuestra vida.

Un mundo trascendente

Los estimula a reflexionar sobre sus experiencias para introducirlos en la realidad del mundo trascendente: ¨La poesía nos puede abrir por un momento al mundo del espíritu, fuera del tiempo, levantar un poco el velo que hay sobre el mundo visible y darnos un estremecimiento de eternidad¨.

Para que experimenten un descubrimiento vivido de la realidad del espíritu realiza con ellos un ejercicio de creación poética en la clase:

Keating afirma que ¨Todd está convencido de que lo que tiene en su interior carece de valor y es despreciable … lo que tiene es, por el contrario, de un valor inestimable¨.

… ¨Un silencio eléctrico había dejado a la clase como congelada, cautivada por la repentina inspiración poética que se había apoderado de Todd¨

La poesía y la apreciación de una obra de arte pueden darnos acceso al mundo trascendente que normalmente está velado. Muchos hemos tenido esa misma experiencia de Neil y Todd, de breves momentos en los que pareciera que nos salimos del mundo material, experimentamos un gozo indescriptible que despertará en nosotros una honda nostalgia tal que después quisiéramos con toda el alma que se repitiese. En esos momentos logramos deshacernos de los prejuicios, las costumbres, las influencias de toda especie que sepultan lo verdaderamente importante en nosotros y permiten tener una visión más completa de la realidad, es un despertar.

Tiene lugar en nuestro interior y se da en un breve momento, al punto de que cuando caemos en cuenta ya hemos salido de ello. Es un deseo pero diferente del placer, también del estético. Todos tenemos en mayor o menor grado esa capacidad, no está en nuestras manos suscitarlo, es algo que se nos da y cuyo significado hemos de descifrar. Tales experiencias son tan solo pistas seguidas por conjeturas sobre lo que está detrás. Yacerá luego en lo hondo de la memoria, donde siempre se conserva todo lo que ha tenido verdade­ra importancia para nosotros. De allí será evocado cuando menos se lo espere.

¿A qué se debe esto?

Nuestra alma —como se mues­tra en la experiencia— no solo trasciende la materia, sino que permite asumirla en un nivel de actividad superior. Nuestro conocimiento comienza por el dato sensorial, nuestra conducta se ve motivada por las reacciones de la afectividad sensible, pero al actuar alcanzamos la verdad, el bien, la belleza.

La experiencia poética nos descubre la estructura completa de lo real, de mundo y eternidad, lo temporal y lo intemporal: el ámbito inmediato que llamamos ‘mundo’, en el cual desarrollamos nuestra vida y lo trascendente, ese más allá del cual el mundo es signo y representación. Entonces, el ambiente natural toma valor de símbolo, de algún modo nos hace presente la trascendencia y nos remite a ella. Si un bien transtemporal es nuestro verdadero destino, entonces cualquier bien en el cual se fije nuestro deseo portará a lo sumo una relación simbólica con el verdadero bien.

Nostalgia de un deseo punzante

Esa nostalgia que ahora sienten de lo que experimentaron, sobre todo Neil y Todd, la manifiestan con una cierta timidez porque se trata como de sacar a la luz el secreto inconsolable que yace en lo interior de cada uno. Es un secreto que no pueden ocultar ni pueden decir, aunque desean hacer ambas cosas. No pueden decirlo porque es un deseo que no se ha había dado nunca en su experiencia. No pueden ocultarlo porque su experiencia de continuo lo sugiere, y se traicionan como los enamorados cuando se menciona un cierto nombre. El recurso al que apelan es llamarlo ‘belleza´ y se comportan como si eso hubiera resuelto el asunto. La belleza, los recuerdos gozosos de su pasado son buenas imágenes de lo que realmente desean; pero si lo tomaran por aquello, se convertirían en ídolos mudos que desilusionarían a sus adoradores, porque no lo son.

¡¨Lo he encontrado! Lo que siempre he querido hacer. Lo que arde en mí¨, exclama Neil.

Esa apertura a lo trascendente puede darnos también un claro atisbo sobre el sentido de nuestra vida. El ser humano tiene acucian­te necesidad de comprender su propia existencia. Inmerso en lo real, donde debe obtener a diario el sustento, se pregunta sin embargo qué y quién es, cuál es su destino. Destino, porque su vida le aparece como un movimiento hacia un término por descubrir. Saber a dónde apunta su más pro­fundo anhelo servirá al mismo tiempo para conocer su identidad.

Al tiempo que nos señala la orientación, la luz recibida nos hace entender algo esencial de nuestra existencia: en qué puede consistir la vida plena y conocerse más a sí mismo, con un conocimiento que -como regla de discernimiento- permite ordenar las acciones y los afectos. Es la sabiduría del corazón, gozo­sa en sí misma y fuente de gozo, puesto que libe­ra de la inseguridad que padecemos y funda una esperanza. Es una de las maneras en las cuales la persona retoma el rumbo en la navegación de su existencia y descubre el sentido hondo de su propia realidad.

Esta luz no consiste en mayor o menor inteligencia como facultad; se trata de la comprensión de lo esencial del existir. Este despertar no consiste en un estado psicológico, como sería lo propio de las pasiones, sino de un modo de estar en la realidad. Ello tendrá gran importancia a la hora de com­prender los símbolos que la naturaleza o la cultura nos ofrecen; de armonizar la convivencia y de edifi­car una civilización verdaderamente humana. Para que las palabras a través de las cuales entramos en la interioridad del otro: lo que oímos; lo que decimos, tenga sentido y signifique, exprese, nos apele.

¡¨Nada es imposible¨!

La capacidad que ahora siente Neil de superar obstáculos aparentemente insalvables es una prueba del impacto vital que ha tenido en él su descubrimiento porque entiende que los objetivos que persigue el colegio y los planteamientos de Keating plantean una fuerte confrontación entre tradición, conformismo y la creatividad y amor a la belleza a la que se siente llamado.

¨Tengo la sensación de que nunca he vivido de veras¨, se lamentó Charlie cuando Neil se hubo marchado. ¨Durante todos estos años no sé ni quién soy ni lo que quiero¨.

Conociéndonos más a fondo

Resulta inevitable entonces esa exploración de nosotros mismos, que nos permita una captación reflexiva de aquello por lo cual podemos en verdad ser lla­mados humanos. Se impone la espiri­tualidad del alma humana, que no tiene par en la Naturaleza y que apunta a un destino trascendente. Por su principio vital la persona ejerce conciencia y libertad y sus actos más pro­pios, el conocimiento y el amor, apuntan al origen y término de la realidad. Queremos conservar nuestra vida, hacerla mejor y ser felices pero no sabemos en qué pueda consistir esa felicidad ni dónde hallarla.

Navegamos sin rumbo cierto, desorien­tados al punto de que la navegación puede más bien alejarnos de la meta anhelada. Atraídos por bie­nes diversos, vamos en pos de ellos como movidos por un secreto instinto, nuestros deseos tienen en común, como su última razón de ser, la aspiración a ser felices. Pronto distinguiremos entre lo que se ordena a la con­servación de nuestro ser y lo que nos procura gozo y acrecentamiento. Los bienes muestran enseguida su limitación: no duran ni satisfacen plenamente. Todo contento es pasajero, caducan pronto incluso los que parecen más duraderos y son a lo más algo apetecible: útil, agradable, hermoso.

Ninguno puede satisfacer el deseo de plenitud y de felicidad: Esa belleza que nos ha conmovido es tan solo la promesa de algo que pasa a través de ella. Por fuerte que sea la sacudida que provoca en nosotros, toda belle­za percibida es limitada: ni siquiera es perfectamente bella. Lo que ha vehiculado suscita en nosotros un deseo de absoluto que no puede satisfacer. La felicidad está más allá.

Aprovecha el tiempo presente ¨Carpe diem¨

Keating apela a la muerte para explicar las implicaciones de esta frase cuando se dirige a jóvenes de 17 años que no piensan en ella: … «este corazón que se agita en nuestro pecho dejará de latir» … «Abandonar todo lo que no era verdaderamente vida, para no descubrir, en el momento de mi muerte, que no había vivido».

Es que nuestra curiosidad ordinariamente escruta el pasado y el futuro y se aferra a esa dimensión. La vida en el tiempo va y vuelve con la conciencia al pasado, que dejó de ser, y al futuro, que no ha llegado todavía. Es difícil la aten­ción plena al presente, experimentar el punto de intersección de lo intemporal con el tiempo lo logra eficazmente, retengamos ahora una situación: ¨La música oída con tanta intensidad, que no es oída, sino: tú eres la música mientras la música dura”. Estas experiencias pueden marcar nuestra existencia: Todd, ¨No olvides nunca lo que acaba de pasar¨.

¿En qué está pensando Todd cuando dice: ¨El universo es tan grande y Welton tan pequeño¨?

Todd ha descubierto la grandeza del mundo del espíritu y por comparación ve a Welton como un mundo insignificante, con su pequeñez reducida a prepararse para el éxito profesional dedicando todo el tiempo e interés a estudiar: matemáticas, química, física … lo que implica sepultar sus grandes ideales de juventud.

¿¨Cómo expresar entonces nuestras auténticas naturalezas¨?

Neil dio en el clavo cuando le dijo: ¨… te pasarás la vida considerando con gran atención las solicitudes de préstamo al banco … cuando estamos llamados a hacer realidad nuestros sueños de juventud¨. ¡Debemos hacerlo hoy! Una vida bajo el dominio del afán de riquezas, poder y placer resulta en alienación, un radical extrañamiento de sí mismo y, por consiguiente, de aquello a lo cual uno perte­nece.

Posponer el llevar a cabo lo mejor de lo que somos capaces para el momento de haber consolidado la carrera profesional sería demasiado tarde. Porque ¨ya habríamos adulado en exceso a la diosa todopoderosa del éxito social¨; ¨habríamos vendido baratos nuestros sueños de juventud concediendo que la literatura no es de utilidad alguna para la medicina o los negocios y lo mejor es reservar la energía para otras ambiciones más arraigadas en la tierra ¨; ¨habríamos caído en caminos trillados; las mezquindades habrían empantanado nuestros ideales¨.

«La mayoría de los hombres termina llevando una vida de tranquila desesperanza» ¿Por qué resignarnos a fracasar en la empresa más importante en nuestra vida? ¡Carpe diem!

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Vicencio González

 

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