La educación escolar de los niños ¿Cuál es el modelo correcto?
Expertos en educación afirman que el sistema educativo en muchos países del primer mundo está “roto” porque se ha dejado influenciar por ideologías que perjudican al alumno. El famoso profesor de Oxford C. S. Lewis afirmó: “Todos queremos el progreso, pero si estás en el camino equivocado, progreso significa dar media vuelta y volver al camino correcto; en ese caso la persona que da la vuelta antes es el más progresista”.
el poder de la cultura de la escuela
En estos momentos es importante examinar la educación escolar que están recibiendo nuestros hijos, una entrevista reciente a la directora de la escuela Michaela arroja luz para decidir correctamente. Está ubicada en un barrio marginal de Londres y con un alumnado mayoritariamente de origen inmigrante. El equipo docente explica la receta que aplicaron y que les ha permitido colarse en apenas 10 años entre las mejores del país en los exámenes de secundaria. Lo hacen en su libro colectivo The power of culture: “nuestro pilar es la cultura del colegio porque la cultura lo es todo: trabaja duro, empújate hasta tus límites, encuentra la motivación interna, toma la responsabilidad de tu propia vida”.
Otro pilar de su manera de hacer las cosas es que el alumno es el centro y lo tratan con autoridad y afecto. “Somos exigentes pero el motivo es que queremos que los alumnos salgan al mundo y encuentren su propósito en la vida. Todas las buenas madres saben de lo que estamos hablando: los niños necesitan del elogio y el castigo pero la clave es el afecto, quererlos lo suficiente como para mantener las expectativas altas”.
El mensaje de bienvenida en la web es bastante ilustrativo: “Somos diferentes. Ponemos de moda lo tradicional. Trabajamos duro y perseveramos. Nos encanta celebrar la bondad y la gratitud. Aceptamos retos y superamos obstáculos. Marcamos la diferencia para que un día podamos mirar atrás y saber que ha merecido la pena”.
autoridad y afecto
Lo de “trabajar duro” no es una metáfora: llegar unos minutos tarde, no tener el material necesario o no haber hecho los deberes son motivos para ganarse un castigo, que suele consistir en quedarse en el colegio media hora más después de que terminen las clases. Eso sí, el profesor hablará con el alumno para explicarle el porqué de la sanción, con unas palabras que suelen estar impregnadas de la necesidad de la responsabilidad personal.
“¿Qué más da? No es tan grave. Ellos cumplen con su media hora y se van a casa. No lo viven como el fin del mundo y lo agradecen porque saben que lo haces porque los quieres y les ayuda a ser mejores. La gente piensa que ser estricto es malo, cuando en realidad, si eres estricto, significa que te importan y no tienes que tratarlos mal, simplemente ser claro y coherente”.
“Otro pilar es cómo enseñamos: el profesor es el que está al frente de la clase y es el que lidera el aprendizaje. Algunas personas rechazan este modelo porque no creen en los castigos o se sienten incómodos siendo la autoridad en el aula. A veces escuchas a maestros que dicen: Yo aprendo lo mismo de los niños que ellos aprenden de mí. Bueno, pues eso es ridículo, quizá signifique que no eres un buen maestro. Esto es muy insultante para el alumno, porque él lo que necesita es convertirse en un adulto que sepa más que los niños. Esa es la cuestión del aprendizaje”.
exigencia y aumento de solicitudes de inscripción
El plan de estudios en Michaela es exigente y está orientado a que los niños aprendan, saquen las mejores notas en los exámenes y tengan una cultura que les permita desenvolverse en entornos de los que la mayoría de esos alumnos no provienen. Pero también hay un énfasis en desarrollar el carácter del alumno para que se convierta en un adulto responsable, en un ciudadano que contribuya a la sociedad, en una persona capaz de asumir la tarea de hacerse cargo de la propia vida y de elegir el bien. Y las solicitudes para estudiar en Michaela aumentan de año en año.
inculcar valores siempre vigentes
Michaela compite con la tentadora alternativa de las bandas juveniles, el abandono escolar o una vida viciada por el victimismo al haber nacido en circunstancias desfavorables. Para enfrentarlo les inculcan “valores siempre vigentes”: sentido de responsabilidad personal; entender que tienen poder sobre sus vidas y que no son víctimas; construir un sentido de resiliencia en ellos para lidiar y superar las adversidades de la vida que siempre aparecerán y motivarles para que vayan hacia adelante todo el tiempo. También en enseñarles el sentido del sacrificio, que aprendan a sacrificar cosas que son importantes para sí mismos por el bien de los demás.
“Un sentido del deber, que se pregunten: ¿Cuál es mi deber y mi rol en la vida? ¿Qué debería hacer para contribuir a la sociedad? También la gratitud, porque no importa lo poco que tengas, siempre habrá alguien que tenga menos que tú, y ya solo el hecho de haber nacido en un país como el Reino Unido nos convierte en personas muy afortunadas. El énfasis en el orgullo nacional es porque formamos parte de una comunidad, no somos personas indiferentes que vivimos por casualidad aquí, hay mucho más que nos une. Si tu colegio no te ayuda a encontrar tu lugar en el país, entonces estarás para siempre en desventaja”.
¿cómo no sentirse víctimas del sistema?
“Es importante que no se sientan víctimas -aunque muchos tendrían razones para calificarse como tales- y culpen al gobierno y a los ricos de todos sus problemas. Conversamos con ellos sobre esto: ¿cómo vas a vivir tu vida entonces? ¿Vas a mendigarle al gobierno para siempre? ¿Vas a decir por siempre: nací pobre y negra, o mi padre no estaba ahí y por eso no pude hacer nada de mi vida? Es verdad que la vida te deja con un cierto número de cartas y algunas personas tendrán una mejor mano que tu pero tienes que jugarlas, eso es la vida. En Micaela haremos todo lo posible para equiparte con las habilidades y conocimientos que necesitas para lograr el éxito. Hay muchas personas que se oponen a esta visión por motivos ideológicos”.
éxito e impacto en otras escuelas
“¿Qué es realmente el éxito? No es solo que ganen mucho dinero, sino que vivan sus vidas con dignidad y significado, que puedan perseguir sus sueños y usar los dones que les han sido dados para contribuir a la sociedad y mejorarla. Que puedan formar sus propias familias y encontrar su misión en la vida”.
¿Cuál ha sido el mayor impacto de Micaela? No solo son nuestros niños sino los miles de profesores con sus alumnos por el mundo que agradecen oír estas verdades de la educación y a algunos les ha servido de inspiración para duplicarlas.
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